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26 agosto 2013

Un americano de 50 años con serios problemas mentales será ejecutado el 1 de octubre


Susan Roark era una estudiante americana que desapareció en Tennessee en enero de 1988 y cuyo cuerpo apareció en Florida dos meses después. Robyn Novick también desapareció el 12 de marzo de ese mismo año y su cadáver fue encontrado en una zona rural del condado de Miami Dade (Florida) cuatro días después. Marshall Gore, de 50 años de edad en la actualidad, fue condenado a muerte por ambos asesinatos. Su ejecución se llevará a cabo el próximo 1 de octubre, a pesar de que existen dudas sobre su “competencia” mental para ser ejecutado.

Gore fue condenado a muerte por el asesinato de Robyn Novick en 1995, pero la Corte Suprema de Florida revocó la sentencia en 1998 por conducta indebida de la fiscalía. El segundo juicio se celebró en 1999 y concluyó con el mismo veredicto. El condado de Columbia (Florida) también lo había condenado a la pena capital por el asesinato de Susan Roark en 1990.

La Corte Suprema de Florida, en un dictamen emitido en 2009, señaló que la cuestión del “estado mental” de Marshall Gore fue un “tema recurrente” en las actuaciones llevadas a cabo en ambos casos. El abogado que lo defendió ante el tribunal del estado alegó ante el  gobernador de Florida, Rick Scott, que su cliente podría ser “no apto” para ser ejecutado, porque era “irracional” y “no se podía razonar con él” y que la ejecución de una persona que no puede comprender racionalmente la razón y la realidad de su castigo es una violación de la Constitución de Estados Unidos.

Tal como exige la legislación de Florida, el gobernador nombró una comisión integrada por tres psiquiatras para evaluar la competencia mental del preso. Durante la evaluación, Marshall Gore les dijo que había una conspiración de las autoridades de Florida para obtener órganos de presos ejecutados, y que un senador del estado estaba esperando sus ojos para su hijo. Los psiquiatras concluyeron que Marshall Gore fingía una enfermedad mental para evitar la ejecución. Esos mismos tres peritos habían declarado recientemente apto a otro recluso, John Ferguson que tenía décadas de historial de esquizofrenia paranoide. Fue ejecutado el 5 de agosto y mostró síntomas de delirio hasta el final.

El 13 de mayo de pasado, el gobernador Rick Scott firmó la orden de ejecución de Marshall Gore en el caso de Miami Dade. Su abogado ante el tribunal federal formuló entonces un recurso sobre competencia ante la corte federal de primera instancia. El 18 de junio, el juez señaló que había una "base razonable" para afirmar que Marshall Gore podría ser no apto para la ejecución, dadas las diversas declaraciones "delirantes" que había hecho.

El juez señaló que el condenado había indicado que creía que se había ordenado su ejecución para lograr su "muerte y obtener sus órganos, para ser un sacrificio humano o para ambas cosas", que la fecha fijada entonces para la ejecución (24/06/2013) era la suma de 6-6-6 y que "debido a su inocencia virginal del asesinato, es el blanco de unos adoradores de Satán que llevan años amenazando con esa fecha por correo".

El 24 de junio, la corte federal de primera instancia declaró que concurrían en el caso "un conjunto de circunstancias muy poco habituales", pues el condenado estaba representado por dos abogados diferentes ante el tribunal estatal y el federal. Dado que el abogado estatal no había presentado un recurso de competencia ante el tribunal estatal, el juez federal resolvió que no podía estudiar el recurso. Desde esa fecha, el abogado federal se ha hecho cargo de los recursos estatales.

Tras una vista ante la corte estatal celebrada en julio, en la que un perito de la defensa afirmó que Marshall Gore era no apto para la ejecución y señaló varios expedientes penitenciarios del durante la última década que indicaban la existencia de pensamientos delirantes y otros pensamientos distorsionados, y que se le había prescrito medicación antipsicótica en el pasado. Dos de los tres psiquiatras nombrados por el gobernador alegaron lo contrario. El juez resolvió que el reo tenía "una comprensión racional de que va a ser ejecutado porque asesinó a la señora Novick y de que morirá como consecuencia de esa ejecución" y la Corte Suprema del estado confirmó esta resolución el pasado 13 de agosto.

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