Un
trabajador migrante de Sri Lanka va a ser ejecutado por fusilamiento en
Emiratos Árabes Unidos el 21 de enero. Lo han recluido en régimen de
aislamiento y le han dicho que la ejecución será por la mañana. Fue declarado
culpable de asesinato en un juicio injusto.
Ravindra
Krishna Pillai, trabajador migrante de Sri Lanka, fue recluido el 20 de enero
en régimen de aislamiento en la prisión central de Sharjah, en el emirato
septentrional de Sharjah. Los guardias que lo llevaron a la celda de
aislamiento le dijeron que su ejecución estaba fijada para el 21 de enero y que
se lo dijera a su familia para que fueran a verlo y a despedirse.
Krishna
fue declarado culpable de homicidio intencional en un juicio injusto, en el que
no tuvo acceso a su abogado de oficio. Trabajaba de empleado doméstico cuando un
amigo de la familia de su empleador, en cuya casa se encontraba, intentó
agredirlo sexualmente. Al tratar de escapar de la agresión en el
automóvil del amigo de la familia, lo atropelló. Desde el principio ha
defendido que fue un accidente.
La
administración de la prisión de Sharjah dijo, en diciembre de 2013, a Ravindra
Krishna Pillai y a otros cuatro condenados a muerte que iban a ser ejecutados
el 12 de enero de 2014. Los hombres, que habían sido declarados culpables en
tres juicios distintos por asesinato, y habían sido informados el 30 de
noviembre de que tenían muy poco tiempo parar pedir perdón y solicitar un
indulto antes de su fusilamiento.
Según
la fiscalía de Sharjah, las ejecuciones se aplazaron porque la fecha coincidía
con la del cumpleaños del profeta Mahoma. Los otros cuatro hombres han sido
indultados por las familias de las víctimas, de sus presuntos delitos, por lo
que no van a llevarse a cabo sus ejecuciones.
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