La flagelación pública de Raif Badawi, prevista para el pasado viernes 16 de enero, se pospuso por razones médicas. Badawi ya recibió una primera tanda de 50 azotes el viernes anterior. Aún le quedan por recibir otros 950 azotes a lo largo de las próximas semanas.
El viernes 16 de enero, Badawi fue conducido desde su celda hasta la clínica de la prisión para someterlo a un reconocimiento médico antes de ejecutar la sentencia. El médico determinó que la flagelación debía posponerse porque no se había restablecido lo suficiente de las heridas provocadas por los azotes que se le habían administrado la semana anterior, por lo que no podría soportar otra sesión.
Está previsto que el bloguero saudí reciba otra tanda de 50 azotes el viernes 23 de enero. Las autoridades saudíes han desoído de las protestas multitudinarias organizadas por activistas frente a las embajadas de Arabia Saudí en todo el mundo y los llamamientos oficiales.
Entre otros el del alto comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos, que recordó que los azotes constituyen un castigo cruel e inhumano, por lo que están prohibidos por las leyes internacionales de derechos humanos y en particular por la Convención contra la Tortura, un tratado ratificado por Arabia Saudí.
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