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19 mayo 2015

Las creencias religiosas te llevan a la pena de muerte en Irán

Mohammad Ali Taheri lleva cuatro años recluido en régimen de aislamiento en la prisión de Evin de Teherán por "insultar a santidades islámicas" con sus creencias espirituales y sus enseñanzas. Además, en la actualidad está siendo sometido a juicio por un cargo más: "propagar corrupción en la tierra". Corre peligro de ser condenado a muerte. 

Ali Taheri compareció ante la Sección 26 del Tribunal Revolucionario de Teherán, en dos sesiones celebradas el 11 de marzo y el 29 de abril, acusado de "propagar corrupción en la tierra" (efsad-e fel arz) con la fundación de un nuevo grupo espiritual llamado Erfan-e-Halgheh. Este juicio se ha iniciado cuando le falta un año para terminar la condena de cinco años de prisión que está cumpliendo. Está recluido en régimen de aislamiento desde que lo detuvieron, el 4 de mayo de 2011.

Ese mismo tribunal lo declaró culpable, el 30 de octubre de 2011, de varios delitos-como "insultar a santidades islámicas", "cometer un acto prohibido desde el punto de vista religioso" que comportó tocar "a personas del sexo opuesto que no son familiares" (namahram), "participar ilegalmente en el tratamiento médico de enfermos" y publicar escritos "engañosos" (zalleh). La condena que se le impuso fue de cinco años de prisión, recibir 74 latigazos y pagar una multa de 9.000 millones de riyales (alrededor de 315.000 dólares estadounidenses). 

En aquél juicio, el tribunal lo absolvió del cargo, penado con la muerte, de "denigrar al profeta Mahoma" (saab ul-nabi), pero permitió al fiscal realizar nuevas investigaciones sobre las actividades por las que le había impuesto los cinco años de prisión y pedir que fuera declarado culpable del cargo adicional de "propagar corrupción en la tierra". 

Ali Taheri ha mantenido 12 huelgas de hambre y ha intentado suicidarse cuatro veces, como protesta por su prolongada reclusión en régimen de aislamiento, la falta de acceso a su familia y a su abogado y las reiteradas amenazas de muerte contra él y contra su esposa y sus hijos. Es el precio que se paga en Irán por ejercer de forma pacífica el derecho a la libertad de creencias, de expresión y de asociación.

Cuando concluyó su duodécima huelga de hambre, que se prolongó del 6 al 26 de diciembre de 2014, las autoridades le permitieron el acceso a un abogado de su elección. Desde entonces se le ha permitido mantener dos reuniones con él, así como recibir todas las semanas la visita de su esposa. Las autoridades iraníes y los medios de comunicación afines al Estado, entre ellos la agencia de noticias Fars, Raja News y Adyan News, han declarado varias veces a Ali Taheri culpable de "propagar corrupción en la tierra" antes de haber sido juzgado y sin tener en cuenta la presunción de inocencia. 

El fiscal general de Irán, Hojjat al-Eslam Ebrahim Raisi, lo tachó de "corruptor en la tierra" (mofsed fel arz) el 21 de noviembre de 2014, a la vez que negó la información publicada en la prensa según la cual había ido a verlo al hospital cuando fue ingresado como consecuencia de otra huelga de hambre. 

En agosto de 2011, el Canal Dos de la Radiotelevisión de la República Islámica de Irán emitió unas "confesiones" televisadas de Ali Taheri en las que abjuraba de sus enseñanzas y pedía a sus seguidores que no difundieran sus escritos y grabaciones. Ali Taheri ha sido declarado también "apóstata" (mortad) en algunas noticias de prensa basadas en varias fetuas de clérigos de alto rango donde se determina que sus creencias y enseñanzas pertenecen a la categoría de "sectas engañosas" y que los musulmanes que las promuevan a sabiendas cometerán "apostasía" (ertedad).

Su abogado ha manifestado que estas fetuas no están basadas en información exacta, pues su cliente no rechaza los dogmas principales del islam. La apostasía no está tipificada como delito en el Código Penal de Irán, pero, en virtud del artículo 167 de la Constitución y del artículo 220 del Código, los jueces pueden imponer la pena de muerte a cualquiera que sea declarado culpable de "apostasía" sobre la base de las fuentes islámicas y de auténticas fetuas. 

El artículo 286 del Código Penal de Irán revisado contiene el impreciso delito de "propagar corrupción en la tierra", que se presta a ser interpretado de manera muy general por los jueces, en contra del principio de legalidad. 

Ali Taheri introdujo la doctrina espiritual de Erfan-e Halgheh tras recibir durante 13 años "inspiraciones espirituales", como las llama, que le capacitaron para comunicarse con una gran "conciencia cósmica". 

En 2006 abrió legalmente en Teherán un instituto cultural y educativo, llamado también Erfan-e Halgheh, para desarrollar y difundir sus creencias espirituales recién descubiertas y practicarlas junto con sus seguidores en "sesiones curativas" centradas en tratamientos alternativos no medicinales. 

Las tres oficinas del Instituto en Teherán tuvieron que cerrar en agosto de 2010. Ali Taheri había sido detenido el 18 de abril de 2010 y estuvo recluido durante más de dos meses. Según Fars, agencia de noticias patrocinada por el Estado, al menos 30 profesores de Erfan-e Halgheh han sido condenados a entre uno y cinco años de prisión por "insultar a santidades islámicas".

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